Gustavo Cordera cerró
el escenario de Rock al Parque, en Bogotá, ante más de 15.000 personas
Foto suministrada por Sony Music |
Con un concierto lleno
de energía y ante más de 15.000 personas, el domingo a la noche Gustavo Cordera
cerró uno de los tres escenarios del festival Rock al Parque, en Colombia. El
Pelado, al frente de su banda La Caravana Mágica, le puso calor y color al
parque Simón Bolívar de Bogotá, donde se desarrolla como todos los años uno de
los festivales más importantes del rock en castellano.
La entrada de Cordera al
escenario fue un guiño para sus seguidores. Con tres guitarras sonando a sus
espaldas, cantó “Mi caramelo” como si estuviera en la intimidad de un fogón
junto a 15.000 amigos. Y enseguida empezó un set bien rockero que sacudió el
corazón del público con “El tiempo no para”, “La Caravana se siente”,
“Canción para mi cabeza”, “Me la juego a morir” y “Perro amor explota”.
Recién ahí, luego de seis canciones y promediando el show, Cordera bajó el
ritmo y, como esos jugadores que saben poner la pelota debajo de la suela, les
declaró a los presente su amor por la cumbia, y les propuso un momento especial
dedicado al estilo emblema del país, “Para que puedan mover el cuerpo y
amarse”, dijo, antes de arrancar con “Hablándote”, “Asalto de cumbia” y
“La bomba loca”. Pero en el medio se salió del libreto y les regaló al
público colombiano “Pintó meditación”, un anticipo de su nuevo
disco tecnoanimal junto a La Caravana, producido por Eduardo
Cabra Visitante (Calle 13).
A la hora de los bises
llegó el emblemático “Sr. Cobranza”. Luego, para que el parque
explotara preguntó “¿Quieren bailar?”, y los reconocibles primeros acordes
de “La bolsa” hicieron que la noche de Bogotá fuera una fiesta
repleta de alegría. El cierre del show llegó con dos de esas canciones que se
cantan entre todos: “Soy mi soberano” y “Un pacto”.
Hubo, emoción, baile,
alegría, agradecimiento mutuo, un perfecto reencuentro entre el artista y su
público luego de muchos años.
“Tengo de referente
la voz de mis ancestros, de los chamanes, de los brujos, de mi familia y de mis
amigos”, afirmó Cordera sobre el final. Visiblemente emocionado y feliz, el
Pelado abrió sus brazos para recibir una ovación y llamó a su banda para
despedirse de Colombia todos abrazados. “Tras 28 años de carrera, ser recibido
de esta manera por un pueblo tan lejano a mi casa es el regalo más grande que
me pudo hacer la música”, agregó antes de seguir con la gira internacional
que lo lleva esta misma semana a Madrid y Barcelona.
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