martes, 19 de diciembre de 2017

Teatro clown, un trabajo serio que se hace con la risa

Viviana Bernal ayuda a descubrir el payaso que todos llevamos dentro

Foto cortesía de Viviana Bernal

El teatro, una de las artes escénicas más reconocidas en el ámbito mundial, tiene una variante que es capaz de sacar lo más creativo de los actores haciendo uso del ridículo para explotar de risa a los asistentes, pero hacer Teatro Clown no es tan fácil como parece, aquí también hay técnica y sentido social.

La licenciada en artes escénicas, Viviana Bernal, tiene más de 6 años estudiando el arte del Teatro Clown, pero más allá de eso, Viviana es una bogotana que decidió dedicarse al teatro y a la pedagogía como estilo de vida, y que encontró en el clown una forma diferente de enfrentarse a las tablas.

Viviana es de las que piensa que las emociones son libres y por ello se siente en confianza para afirmar que se permite estar en todas las emociones “no solo la felicidad lo hace a uno como ser humano”. Aunque la nariz roja del clown está de moda, Viviana es una firme creyente de que esta técnica ha sido menospreciada y golpeada por el teatro (dramático) como arte.

Comenzó a trabajar con la Fundación Doctora Clown luego de finalizar sus estudios en artes escénicas y entonces conoció una forma completamente diferente a lo que aprendió en la academia “no tenía ni idea de lo que era ser una payasa humanitaria y además odiaba a la gente que se ponía una nariz de clown porque me parecía que carecía del sentido dramático del teatro que enseñan en la academia”, confiesa.

Viviana Bernal también resalta las diferencias que existen entre el Teatro tradicional y el Teatro Clown. Mientras el primero está más enfocado hacia el arte dramático, el clown lo define como un personaje interpretado por un actor que en muchos casos se acerca al niño que llevamos dentro. “La principal diferencia está en el estudio mismo, en la técnica y en dedicarse a estudiarlo como tal”, afirma.

Una de las bondades que resalta Viviana del teatro clown es que el actor está siempre en el presente y se aprovecha de cada situación que ofrezca el escenario o el público para construir su puesta en escena, siempre con el objetivo de llevar los sentimientos al extremo.

La risa como terapia para la cura
El payaso humanitario lo considera una de las grandes discusiones en su labor que califica como “muy linda. Llegar a los hospitales y zonas vulnerables a llevar un poco de alegría y romper con las cotidianidades de este tipo de población, es una experiencia más allá de cualquier cosa, una experiencia de sensibilidad y humildad”.

La labor es más humana, el vestuario está pensado en romper con la rutina y aunque se hace un número, siempre tiene un sentido más humano, cuyo objetivo es elevar una terapia que cura enfermedades.

Redactado por: David Jojoa

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