Las estadísticas son contundentes: Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), Cartagena de Indias es la segunda ciudad en Colombia con el mayor índice de pobreza monetaria y, de acuerdo con el DANE, es la tercera ciudad donde más crecieron la pobreza y la pobreza extrema en 2016.
Es otras palabras, de 971 mil habitantes que tiene El Corralito de Piedra, más del 29,1 % en pobreza y el 5,5 % en pobreza extrema. Y en esas circunstancias emerge el barrio Olaya Herrera, del suroriente de El Corralito de Piedra, como uno de los que más 'aporta' a esa lamentable cifra.
La cruda realidad aquí se amontona en muchas de sus esquinas: desempleo galopante, inseguridad por aquí y por allá, desnutrición infantil y altos índices de analfabetismo, una problemática que arrastra hace más de 70 años en una de las barriadas cartageneras más conocidas.
El barrio Olaya Herrera forma parte de la llamada Localidad de la Virgen y Turística, una de las tres en las que se divide Cartagena; y está constituido a su vez por once sectores: "Rafael Núñez”, "Villa Olímpica”, "Once de Noviembre”, "Ricaurte”, "Central”, "La Magdalena”, "La Puntilla”, "Progreso”, "Stella”, "Zarabanda” y "Playa Blanca”, los cuales son de estratos bajos.
Y es para tener en cuenta que más del 25 por ciento de los habitantes del Barrio Olaya no coma tres veces al día. Hay familias que solo comen plátano frito con huevo porque la situación no da para más. Es lo que hay…
¿Y las opciones de esparcimiento? Brillan por su ausencia. Por ejemplo, "en el sector no hay una casa cultural ni nada de eso, hay veces presto mi casa para que hagan reuniones de junta de acción comunal o jornadas de salud”, dice un vecino de este barrio ubicado al suroriente de esta ciudad fundada hace 484 años y que tiene más de un millón de habitantes.
Por eso la llegada de un sistema satelital de televisión ha revolucionado la vida de la que se conoce como la Comuna 5 que integran entre otros barrios el mencionado Olaya Herrera.
Y es que los habitantes de ven como se va democratizando el servicio de televisión en los estratos 1, 2 y 3. Estas capas sociales, hasta la llegada de esta televisión tenía casi nulas las posibilidades de acceder a contenidos de calidad para niños o para adultos ¿De esta barriada quien podía disponer de 100 mil pesos para contratar la televisión por cable? Si no tiene casi ni para comer menos para pagar esa suma que se asume astronómica mirada desde la hondura de su pobreza…
Por eso apenas muchos de ellos vieron que en casa del vecino colocaron la antena con el logo distintivo de DirecTV sonrieron porque, por primera vez, un sueño se convirtió en realidad: ese de poder ver televisión de alta definición y amplia programación casi en su propia casa.
Y es que esa casa del vecino se convirtió en un punto de encuentro. ”Yo les abro la puerta a la que quiera ver fútbol o lo que quiera”, dijo ese amigo de todos que disfruta hoy de la señal de televisión más democrática de Colombia.
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